Sopa de champiñones con ajo negro y boletus
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La sopa de champiñones siempre me hace muy feliz, pero como los champiñones suelen ser bastante caros, es un plato que no se prepara muy a menudo.
La versión que vamos a hacer hoy es una hermosa entrada para una buena cena; usaremos ajo negro.
Puedes encontrar más información sobre el ajo negro al final de esta página.
El ajo negro es saludable por su alto contenido en antioxidantes, y los champiñones también están llenos de nutrientes beneficiosos.
Así que hoy preparamos una sopa no solo saludable, sino también deliciosa y ligera: una sopa de champiñones sin nata ni harina, baja en carbohidratos y sin gluten.
Esta sopa de champiñones se puede hacer con setas de ostra, portobello o rebozuelos.
Los boletus deben ponerse en remojo durante unas horas en una pequeña taza de agua.

Ingredientes:
- 3 cucharadas de mantequilla o ghee
- 1 cucharada de boletus secos, troceados
- 225 g de champiñones marrones, en láminas
- 225 g de otros champiñones como portobello, setas de ostra o rebozuelos, cortados en trozos
- 1 cebolla, picada en trozos pequeños
- 3 ramitas de tomillo fresco
- un poco de perejil
- sal y pimienta al gusto
- 120 ml de vino blanco seco
- 5 dientes de ajo negro
- 500 ml de caldo de verduras
- 240 ml de leche (también puede ser leche de almendra)

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Preparación:
Sofríe los champiñones hasta que se evapore la mayor parte del líquido y se doren.
Retira algunos champiñones de la sartén y guárdalos para decorar la sopa.
Añade las hojas de tomillo, la cebolla, sal y pimienta, y cocina hasta que la cebolla esté transparente.
Añade el vino, la leche y el ajo y deja cocer a fuego lento unos 10 minutos.
Tritura la sopa hasta que quede cremosa y sirve con un champiñón y un poco de perejil.
El ajo negro es saludable y cada vez más popular.
Es ajo fermentado que se vuelve negro después de 30 a 40 días a una temperatura media de 70–80 °C en un ambiente húmedo.
La humedad en esta sala se mantiene entre el 75 % y el 80 %.
A diferencia de muchos procesos de fermentación (como el tempeh o la masa madre), no se necesitan hongos ni cultivos iniciadores.
Los azúcares y aminoácidos naturales presentes en los bulbos crudos provocan una reacción de Maillard (reacción química entre azúcares reductores y aminoácidos que, por ejemplo, crea la corteza dorada de un gratinado).
Esta reacción da al ajo su color negro y su sabor ligeramente dulce.
Su textura es blanda y pegajosa.